Hasta hace unos diez años atrás de lo único que teníamos que preocuparnos los desarrolladores de sitios web era de que, nuestra web funcionara sin problemas en internet explorer y firefox (o netscape, aunque eso se usó en años más anteriores, para el 2005 ya era poco relevante), de que estuviera instalado Macromedia Flash (se podía recurrir a JavaScript para detectarlo y si no estaba entonces ofrecer contenido alterno o proporcionar un medio para descargarlo) y de que no se cayera a cada rato nuestro servidor.